Desde Ball Pagès no podemos estar más que agradecidos cuando nuestro trabajo, esfuerzo y sobretodo, nuestro amor por las alpargatas, es reconocido.

Por eso hoy os traemos un artículo que el diario catalán ARA publicó haciéndose eco de nuestra marca. El diario habló con nuestra diseñadora, Gemma Serra, y con ella compartieron un momento de reflexión entorno al amor por las alpargatas mediterráneas, así como la filosofía y los diseños de Ball Pagès.

¿Cómo nació Ball Pagès?

Gemma explica al Diario ARA que Ball Pagès nació después de que, viviendo y trabajando en París, fueron muchas las chicas que la paraban para preguntarle donde había comprado sus alpargatas.

El modelo de Gemma era unas primeras alpargatas tradicionales ibicencas que había aprendido a hacer mediante el savoir-faire tradicional y artesanal en Ibiza.

Con este primer impulso y el amor que sentía Gemma por este producto, Ball Pagès sacó su primera colección hace seis años. Como Gemma explica en el diario ARA: "La primera colección solo eran cien par de alpargatas y se vendieron todas en la tienda de Tolosa de una amiga mía". A partir de ahí el proyecto pareció que podía llegar a funcionar. Gemma nos continúa explicando:

"¿Te puedes creer que ese mismo verano nos llegaron comandas de boutiques multimarca de París y Nueva York?" 

Diseños exclusivos pero con ética y sostenibles.

Después de este primer éxito Ball Pagès se constituyó como marca de alpargatas tradicionales de manera oficial. A partir de ahí empezó un trabajo de creación y diseño de unas alpargatas que fueran de la máxima calidad para caminar en el asfalto pero que no perdieran su esencia mediterránea.

Para Gemma hay diferentes posibilidades de acabados y calidades en unas alpargatas. Las Ball Pagès buscan, como dice en el diario ARA, unos diseños en mirallados en el pasado pero también sofisticados y minimalistas.

Y es que para Ball Pagès es muy importante que las alpargatas sean de buena calidad. Gemma explica que "A mí lo que me interesa es respetar la tradición y ser muy cuidadosa". Por esta razón Ball Pagès apuesta por elaborar sus alpargatas de manera artesanal, en su atelier de Arbúcies y con sentido de la ética y la sostenibilidad.

Las fibras de sisal, materia primera para trenzar las alpargatas, se trenzan a mano en una cooperativa de Senegal donde después, Ball Pagès colabora en proyectos sociales y de concienciación con la comunidad Kakolum en el territorio.

Una declaración de amor a las alpargatas que no para de crecer.

Al final, Ball Pagès se ha convertido en más que una marca, una declaración de amor a las alpargatas que no para de crecer. Y es que cada vez son más las que quieren tener sus alpargatas Ball Pagès.

Como comenta Gemma las alpargatas se están convirtiendo en un producto que se fabrica casi a demanda del comprador y fabricándolo según las características de cada pie. Aunque, de momento seguimos vendiendo a tiendas multimarca como Nueva York, Los Ángeles, Tokyo y Tel Aviv [las alpargatas Ball Pagès] son casi alta costura.

Sin duda todo una declaración de amor a las alpargatas ibicencas que no para de crecer, un producto único, exclusivo y hecho a mano.

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